Girona y el barrio judío
El Callo de Girona representa uno de los barrios judíos mejor conservados de toda Europa gracias a la colaboración económica del estado de Israel. Además, la ciudad gerundense dispone de la colección lapidaria hebrea más importante de España.
Dentro de la Girona Medieval a mediados del siglo XII, se desarrolló la vida judía durante casi seiscientos años, alrededor de la calle de la Força. Pasea por el laberinto de callejones y descubre la historia, cultura, viviendas y oficios de la comunidad de 800 judíos que formaron parte del callo de Girona.
La plaza de la Catedral, la Torre Gironella, la Casa de l’Ardiaca o la pujada de la Mare de Déu de la Pera son algunas de las localizaciones imprescindibles para descubrir la huella judía gerundense.
Para conocer la sinagoga, te animamos a que visites el Centro Bonastruc ça Porta y el Museo de Historia de los judíos, dedicado a todas las comunidades judías medievales y en especial a la del Callo gerundense.
Los judíos crearon una comunidad estable tanto a Girona como toda la península, que influenció en el ámbito social, económico, político, religioso y cultural durante los siglos XII y XIV. Permanecieron hasta el año 1492, cuando fueron expulsados.
Actualmente, el Callo judío de Girona es uno de los atractivos más turísticos de la ciudad, reconocido internacionalmente como signo de identidad de Girona y Cataluña.